La lana es súper cómoda y cálida, pero es un tejido delicado que necesita amor y cuidado para lucir al máximo.

Necesitas:

Detergente sin enzimas, toalla, plancha y peine para lana.

Cómo:

Paso 1: Lava según las instrucciones de cuidado con detergente para lana.
Paso 2: Coloca la prenda extendida sobre una toalla para que se seque. No la retuerzas ni la exprimas.
Paso 3: Plancha a baja temperatura con una toalla colocada entre la prenda y la plancha.
Paso 4: Airea la lana después de cada uso.
Paso 5: Utiliza un peine de lana para eliminar las bolitas.
Paso 6: Guarda la prenda doblada con madera de cedro. Utiliza recipientes herméticos para guardarla durante mucho tiempo.
Ten en cuenta que cada prenda es única. Aunque te sugerimos estos consejos para cuidar tu ropa, revisa siempre la etiqueta de cuidado de la prenda para ver las instrucciones específicas.